Siempre hay alguien. No cualquiera, sino ese alguien.
Una sombra, un recuerdo o una fantasía, que nos acompaña y nos marca.
Permanece sin prestarle atención al tiempo, a lo que pasa y a lo que lo rodea. Por qué no puede irse, esfumarse de una ves?
Si ella, pese a todo, sigue siendo la que hoy me lleva a escribir...
Es bueno que se vaya?
y lo bueno, siempre permanece, sin que nada de lo que
yo haga o piense la aleje de mi.
pero nada va a ser lo mismo, sin ella... sin mi luz. No quiero
pasar otra vez por eso. No de nuevo.
diferencias, todo siempre tiene su imprenta. Aquí y allá,
siempre ella... para bien y para mal.
No la misma fantasía de siempre?
debo, aunque ella no lo sepa. Más de una ves se lo
traté de decir, pero no me quizo escuchar, dice
que es mérito mío... Tiene razón?
no porque me acostumbré a ella,
sino porque me acostumbré al amor.