Confesión post-dementia I  

Publicado por Berna!

N. del Autor: Este escrito es una charla conmigo mismo. No sé hasta que punto interesa o se relaciona con el blog, pero, por lo que trata, tengo que ponerlo acá. Estoy obligado. Pero usted no, querido Lector/a. Léalo si tiene tiempo o le interesa ver masomenos que se cruza por mi cabeza al momento de escribir. Sino, nos vemos en la próxima!

P.D: "Animals" (Pink Floyd - 1977) sonaba mientras escribía; sepan disculpar.

Me quema y no doy más. Hace ya bastante que vengo tratando de sacarlo, pero algo no me deja. No se qué es y no se hasta que punto lo manejo; problema número uno. Después de pensarlo, creo que sé en realidad qué es, pero no se como solucionarlo; problema número dos. Aún así, sigo sin escribir algo que me guste; problema número tres y (por ahora) final. Si no se puede avanzar, habrá que buscar en los orígenes; desde ahí capaz que pueda terminar de entender que mierda es lo que me está pasando. Entonces, si hasta ahora no te aburrí, querido Lector, te invito a que me acompañes un rato en un desvarío (tal vez interesante) dentro de mis problemas.

Escribo, como siempre. Yo, música, idea, letras. No hay relación, no hay imagen. El resultado no es lo que quiero, no me termina de convencer. ¿Por qué? No sé exactamente qué está mal... pero algo hay. Siempre algo hay. Y aunque me digan que no, creo que no estoy del todo bien. Algo me está faltando, alguna razón, algún "algo" que me tire para adelante, que me obligue a hacer lo que más me gusta hacer. Ahora, qué es? Qué parte perdí?
La razón? No. La razón y la cordura son una circunstancia de la que no estoy del todo seguro todavía, pero las disfruto... creo.
La palabra? Tampoco. Por ahora puedo hablar, puedo decir lo que quiero decir y, aún así, no lo puedo terminar de plasmar.
La escritura? Por ahí... tal vez sí, tal vez no. Los únicos halagos a lo que escribí normalmente vinieron de mis amigos o de gente cercana, pero también eran míos. Un halago a algo hecho por mí, para ellos. Porque no escribo para mí, escribo para los demás. Para sacarles una sonrisa, una lágrima o avivarles un sentimiento, para eso escribo.
Y entonces, lo que falta son los demás? Lo que te bloquea es que los demás no están? No del todo, porque pese a las distancias siguen estando. Pero aún así algo está faltando, y tiene que ver con esto. Con alguna persona, con... algún sentimiento más bien.
Me falta ese sentimiento que transgrede el tiempo y el espacio. Que va más allá de lo que puedo ver y tocar. Eso que me hizo seguir cuando todo se acababa, que me dió fuerzas en su momento y que, creo, hoy no estoy viviendo. Pero por qué? No era que estabas enamorado? Creo que no del todo... mas bien era como una rutina, para poder seguir haciendo lo que te gustaba y buscarle un sentido. Pero igual lo disfrutabas, porque te hacía bien. Pero ahora, con una mano en el corazón, hasta que punto era así? No era una constante más, como con todas? No, creo que no... me convencí a mi mismo que no; más de una vez. Pero por lo visto, no fue el hecho de terminar. Eso ya está, ya pasó y en ningún momento me inspiró. Raro, pero de ahí no salieron escritos. Pero de esto sí. Muchisimos. Más de los que tendrían que haber salido.
Definiciones. Mís elecciónes. Mi definición.
Pero hoy ya no. Sin eso, aún seguí definido, aunque con la idea (como siempre) atrás mio. Y si pude seguir antes y pude zafar de situaciones más que peores, por qué ahora no me sale nada? Que mierda pasa? Es ella? Soy yo? O somos los dos, de nuevo? No se... si tengo que ser honesto, no se quién es ella. Está mas allá del cuerpo. Es para darle un nombre. "Ella"... quién es? No estamos en un marco infantil, ni físico, ni musical, ni físico, ni intelectual ni sentimental... ahora está. Ya está. Si no hay, habrá que buscar. Mientras?
Ahí está. Eso es lo que falta en realidad. Se cayó. Esto se cayó por la distancia, entonces no era lo que pensabas. Era como dijiste: Una rutina, una costumbre; algo necesario para poder seguir siendo masomenos lo que te gustaba. Y ahora que se fue, que sos? Que soy?
Yo, una vez más. Pero ahora sin condición, por eso te cuesta. Porque no escribís para nadie más que para vos, y no hay peor juez que uno mismo. No lo escribís para ella, lo querés escribir para vos. Y, en cierta manera, te pone frente a todo esto. Por eso no estás escribiendo. Por miedo. Por tonto. Por solo.
Pero que no se te olvide: Podés escribir igual, no está mal! "Ella" lo va a leer igual... sea quién sea.

Lovely Water  

Publicado por Berna!


Be the difference!  

Publicado por Berna!

Es increíble. Cada día que pasa las cosas son más complicadas, pero ese algo que me sigue dando fuerzas me obliga a seguir. Ese deseo de no querer ver las cosas como son; de querer cambiar algo, por más pequeño que sea, y hacer mi aporte al (maldito) mundo donde vivimos. Ese deseo de perdurar, de mutar, de ser algo entre la masa de gente; no de sobresalir o destacarme, sino de no ser un número más: ¿Un hombrecito de traje y pelo corto que camina hablando por celular? No por favor! Me quedo con los reos, los marginados, los olvidados, la diferencia.
Vivir la diferencia. Dentro de cada uno hay una fuerza, un animal que pugna por salir y pelear por lo que uno quiere; por desgracia, años de sistematicidad han creado una jaula, que uno se siente raro al romper. Miedo, inseguridad, preocupación: Cuando uno lo ve por primera vez, cuando se presenta la gran elección de dejarse llevar o romper la jaula y ser, se define no solo el carácter de uno, sino la vida misma que va a llevar. Por más drástico que suene, todas las futuras decisiones que uno toma como persona dependen de lo que haya elegido esa vez. El bien o el mal, el amor o el odio, el vivir o morir: Todo se remite, una vez más, a la decisión contra la que nos definió como personas: Elegir entre todos o yo.
La decisión de desprenderse de todo: No hay límites, más allá de los que uno se ponga a sí mismos. Cuando uno elige al yo por los demás, se crea el límite de ser solo su propia persona: Quiere las cosas para él, pierde el sentido de comunidad y, lo más triste, pierde su condición de humanidad. Porque ese yo no ve a los que tiene al lado, solo ve adelante y en su beneficio. Pierde sentimientos, pierde compañías... se pierde a sí mismo. Pasa a ser un número mas en la dieta del comercio, del dinero, del sistema. Se deshumaniza, para pasar a ser poco más que una máquina.
En cambio, cuando uno elige a todos es cuando realmente se encuentra a sí mismo. Cuando puede verse en los demás, cuando una injusticia ajena se siente en el fondo del corazón, cuando uno vive en el sueño del cambio no solo suyo, sino de todos, es cuando puede formar su propia personalidad y ser "algo". No digo que sea fácil, pero nada en toda mi vida me trajo tanta felicidad como el momento en el que me dí cuenta cual había sido mi decisión: Saber que, ante el poder ser uno más y facilitarme las cosas, elegí seguir por el lado difícil, pero con un sueño en la cabeza y una vida en el corazón. El sueño que tenemos todos los que elegimos las complicaciones antes que el ocio, el planear antes que el subordinarse, el ser diferente antes que ser una personita más: El sueño de vivir. Nadie vive con más fuerza que los que no pierden su corazón por un par de billetes, que prefieren pasar hambre antes que doblegar su voluntad, que prefieren morir antes de quedarse sentados viendo como pasan las cosas por el mundo.
No son gente extraordinaria. No hay que pensar en héroes, que movilizan masas en busca de una cambio: Son gente común, como vos o como yo. Peluqueros, camioneros, carniceros, arquitectos, cantantes, artistas, maestros... cualquiera que haya elegido pelear va a lograr vivir. Porque la vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo. La banalidad consume y mata, el lujo se transforma en vulgaridad: La dicha no es una cosa alegre; cuando no haya nadie al lado tuyo, uno por uno te vas a meter los papelitos por el recto. Y ahí radica el cambio. En el poder desprenderse de lo material. No hablo de irse a vivir a la jungla, la montaña o nada parecido: Hablo del darse cuenta que no es tan importante; que los verdaderos tesoros no son de oro, son la lágrimas que derramaste, los abrazos que diste y las veces que luchaste por lo que creíste justo. Todos, desde donde podemos, tendríamos que tratar de hacer eso. Tratar de no quedarnos sentados, mirando como todo pasa, quejándonos de lo mal que están las cosas desde nuestra casita, sin hacer nada para arreglarlas; de premiar al "no mérito", de idolatrar a personas sin sentido. Hay que tratar de cambiar, solo eso. Desde donde puedas y como puedas, hacé algo. No te quedes quieto; Si querés que algo cambie, cambialo vos: Esa es la única forma de ser "algo", de llegar a sentirte bien con vos mismo, de vivir la diferencia.

No quiero  

Publicado por Berna!

Me rehúso al olvido de los sueños,
Al desprecio del entusiasmo,
A cubrir la luz que aún brilla
Intermitente como un latido.

Me niego a firmar el acta de rendición,
A claudicar en lo mínimo,
Me rehúso con todo lo que soy,
Lo que siento y pienso en este día.

Porque hoy, a pesar de todo,
Seguiré mi afán hasta el final,
En mi pasión por un mundo nuevo
En todos los espacios y cada uno de los momentos.